Buscar en Blog

Barbados exige derechos sexuales y libertad para todos
Los eventos recientes en Jamaica alrededor del brutal asesinato de un adolescente de 16 años descripto como travesti por la prensa tiene que ser un llamado de atención para la gente en Barbados y para el Caribe en general.
Desafortunadamente, parece haber una creciente intolerancia de parte de cierto sector de nuestra sociedad hacia cualquier persona o grupo que elija ejercitar su derecho de vivir como quiere. Algunas personas se están atribuyendo autoridad para forzar a otros a aceptar sus ideas sobre moralidad, modo de vida y normas culturales. Ven sus propias sensibilidades como el único y correcto modo de vivir.
Los miembros de nuestra sociedad lesbianas, gays, bisexuales y transexuales poseen los mismos derechos y libertades fundamentales que otros ciudadanos. Estos derechos están encumbrados en las Constituciones de cada estado caribeño, y las personas LGBT no deberían ser excluidas. No se las puede hacer sentir como que deben disculparse por ser quienes son. Cualquier sociedad democrática que así lo vale tiene que ser suficientemente abierta de mente como para acomodar la diversidad sexual presente en su población.
Nuestros líderes de la Iglesia, en particular, están fallando al no proveer el liderazgo que se requiere en este tema. La demagogia que se escupe desde los rincones y púlpitos a través del ámbito nacional es un insulto a las enseñanzas de Jesucristo, quien nos impulsa a amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. El liderazgo puede hacer la diferencia y quienes profesan ser seguidores de Cristo tienen la responsabilidad de llevar luz donde predomina la oscuridad.
Todos merecemos el poder ejercitar nuestra sexualidad libre de discriminación y violencia, y debemos demostrar un nivel más alto de respeto hacia el derecho individual de determinación propia. Si no lo hacemos, esta tragedia en Jamaica puede convertirse en la norma en nuestra amada Barbados.
La preferencia sexual no determina el valor de los ciudadanos ni su habilidad para contribuir al crecimiento y desarrollo de la sociedad de Barbados. Nuestro valor y dignidad como seres humanos trasciende la sexualidad. Ya es hora que demos el respeto que nos debemos.